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La Mansión Monror

Ricardo Silva a veces se lamentaba de su curiosidad. Sentado junto a Felipe en el salón del señor Monror, no podía dejar de preguntarse qué estaría sucediendo en el piso de arriba. Aparentemente Enric Monror no tenía hijos con su mujer, y les había dicho minutos atrás que estaban solos. "Mi esposa salió esta mañana a cazar. Llevo esperándoles todo el día", les había comentado al entrar en su casa. Como mandaba su educación, se disculpó por haber llegado tres horas después de lo acordado, y entonces Enric comenzó a contar la historia de su familia. Ricardo se preguntaba qué relación podría tener todo eso con la llamada que les había hecho, pero le dejó hablar hasta que no aguantó más:

ㅡ¿Qué está sonando arriba? ㅡpreguntó

Monror se calló y lo miró fijamente. La expresión de su cara era neutra. No mostraba enfado ni ningún otro tipo de sentimiento. Simplemente le mantenía la mirada. Luego, tras varios segundos que a Ricardo le parecieron años, Enric se limitó, sentado en su butaca, a darle un sorbo al café que tenía entre sus manos.

Felipe lo miró de reojo. Aquello era muy raro. Enric tuvo que notar su incomodidad, porque inmediatamente después retomó la historia sobre sus antepasados aristócratas, como si nada hubiera sucedido. Aunque algo había cambiado en su rostro. Ahora lucía una pequeña sonrisa. Cuando terminó, una hora más tarde, les dijo que deberían de esperar hasta la noche para presenciar el motivo de su llamada.

ㅡEstoy convencido de que como periodistas tendréis mucho trabajo por hacer, pero les aseguro que la espera valdrá la pena ㅡconcluyó, invitándoles a pasar a uno de los cuartos de su mansión. 

Subieron las escaleras, y un pasillo inmenso, con numerosas puertas a ambos lados, se abrió paso ante ellos. Enric Monror les invitó a esperar en el primero de la izquierda:

ㅡEs el mejor que tenemos ㅡdijo

Cuando estuvieron los dos solos y comprobaron que Enric se había marchado, Felipe encendió la cámara que siempre llevaba en su mochila. El periódico les había pedido que grabaran unas preguntas para los suscriptores del periódico digital:

ㅡ¿Qué te ha parecido la mansión de Enric Monror? 

ㅡLa casa Monror hace honor a la leyenda que esconde y que venimos a ver con nuestros propios ojos ㅡcontestó Ricardo

ㅡ¿Crees que es cierta la leyenda que cuentan los ancianos de la ciudad sobre esta casa?

 Se quedó pensativo un instante.

ㅡEstoy convencido de que estas paredes esconden algo. 

"Esa última respuesta había sido perfecta", pensó Felipe. Aunque pronto se dijo que hubiera sido mejor si no hubiera estado allí.

La habitación en la que estaban tenía dos camas separadas, un escritorio, sobre el que se encontraba un televisor anclado a la pared, y un baño propio. La ventana, que estaba al lado de las camas, daba al jardín trasero de los Monror, que lucía plantas de todo tipo y en la que se veía a un jardinero trabajando. “Ahora entiendo por qué no se les ve por el barrio”, pensó.  Tanto Ricardo como Felipe sabían que les tocaría esperar toda la tarde para completar su trabajo, así que sacaron sus portátiles y comenzaron a escribir los artículos que debían de entregar en la redacción. 

La noche llegó, y la casa proyectaba sombras por todas partes. Los ruidos que Ricardo había escuchado en el salón, resultaron provenir de otra planta situada por encima de la segunda. Allí solo se escuchaba el sonido de unos pasos, de vez en cuando, que a Felipe le ponían más nervioso con el transcurrir del tiempo. La luna llena se veía perfectamente desde la habitación en la que estaban.

ㅡ¿No te parece extraño que Enric aún no haya venido? ㅡle preguntó Felipe ㅡ. Son las doce de la noche.

Llevaba pensando en ello desde hacía media hora. Tenían que ir a buscar a Monror si querían llegar a sus casas para cenar.

Ricardo abrió la puerta y vio que todo el pasillo estaba a oscuras.

ㅡ¡Enric! ㅡgritó

No hubo respuesta. Le dijo a Felipe que se quedara en la habitación, por si pasaba cualquier cosa, y se aseguraron de que sus móviles tuvieran batería. Encendió la luz del teléfono, tras cerrar la puerta, y se percató de que había cuadros que antes no había visto en el pasillo. La mayoría eran retratos enmarcados en oro del señor Monror, y algún otro de su esposa. “¡Que raro!”, se dijo. Al tratar de bajar por las escaleras, que antes habían subido, también se fijó que todo había cambiado. Ya no estaban. Ahora solo había unos escalones que llevaban al tercer piso. Se estaba empezando a asustar. No entendía nada.

ㅡ¡Enric! ㅡgritó otra vez

En el descansillo también había una ventana que dejaba ver la luna llena. Aunque había algo cambiado en ella: era roja. 

ㅡ¡Enr…! ㅡun fantasma, de color blanquecino, se manifestó tras él. Y le dijo:

ㅡ¿Ves? Sólo tenías que esperar un poco ㅡen ese momento apareció otro de la misma altura que Monror y dos pequeñosㅡ. Estos son mi mujer y mis hijos. 

Los cuatro le rodearon, desplomándose en el suelo, y el silencio de la noche se vio interrumpido por unos gritos escalofriantes, que le devolvieron su color a la luna...



Comentarios

  1. Hola, Ulises. Me ha costado un poco situar a los personajes. ¿Quién es quién? Aclarado esto, he visto el más genuino relato de fantasmas donde estás a la expectativa de que corra la sangre o las cabezas o algo así pero más que pasar algo, se deja abierto a la decisión del lector porque el final cuando le rodean los cuatro y se desploman en el suelo me hace pensar que ya tenemos otro fantasma en Felipe. Ha sido un placer. Un abrazo.

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  2. Hola Ulises, has "cocinado" un muy buen relato fantasmagórico. Me imagino que el final de los periodistas no fue nada agradable. Saludos.

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  3. Hola, Ulises. También a mí me ha gustado mucho. Recreas muy bien el ambiente y el misterio de la mansión. Un relato de fantasmas estupendo, muy inquietante. Felicidades.

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  4. Hola.. genuino relato de fantasmas con el un fin de gritos y terror bastante inquietente.. Saludos

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  5. Hola,
    Me atrapó de inicio a fin, es un relato de lo más escalofriante. Nos vas describiendo la evolución de los periodistas en esa mansión, y poseída por esa misteriosa leyenda. ¡Muy bien planteado el terror!
    Un saludo

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  6. Muy bueno, Ulises, con excelentes antecedentes en el terror inglés del siglo XIX.
    Nos llevas cada vez más temblorosos hasta el terrorífico final. ¿ Habrá podido Felipe contar la historia? Saludos

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  7. Es un buen relato porque los periodistas se ven un tanto "aficionados" no estan tomando en serio el asunto de entrar a una casa con fantasmas, en estos casos supongo yo es dejar de dia las camaras filmado y desde afuera a lo lejos usar control remoto. Ingresar a una mansion con fantasmas solo puede terminar en tragedia.

    Excelente de principio a fin

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  8. Hola, Ulises. Primero felicitarte por el relato. Ha sido muy entretenido leerlo y lo he disfrutado. Un abrazo.

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  9. Esa si que hubiera sido una buena historia de fantasmas y casas encantadas para el noticiarios de los periodistas. Lástima que ambos desaparecieran inesperadamente durante el reportaje. Nos has presentado a toda una familia de fantasmas. No te quedaste corto, no.
    Un abrazo.

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  10. Supiste ingeniártelas para presentarnos en la introducción al fantasma de la casa, pero no como tal, sino creando la ficción de formar parte de los vivos, especialmente con el gesto de dar un sorbo al café, junto a los dos periodistas que no llegan a percatarse de su naturaleza sobrenatural, puesto que solo les preocupa grabar unas preguntas y regresar a casa cuanto antes.
    La sorpresa para los protagonistas llega con el desenlace y el cambio de aspecto de la casa, a la vez que aparece la familia al completo que la habita.
    Buen relato.
    Un abrazo.

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  11. Hola, Ulises. Notable relato de fantasmas, muy bien ambientado, narración fluida y unos diálogos acertados, creando una trama de tensión creciente hasta ese inesperado y escalofriante desenlace. La mansión Monror debería llamarse Mansión Horror por la fantasmal familia que la habita. Imagino que los periodistas, si sobrevivieron, no quedarían en las mejores condiciones para relatar lo vivido. Lástima, porque menudo reportaje podrían haber hecho.
    Mucha Suerte en El Tintero. Un abrazo.

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  12. Hola Ulises. Ya solo el nombre de la casa hace temer que nada bueno puede suceder entre sus paredes. Los dos periodistas no saben donde se meten y pecan de ingenuidad al aceptar sin rechistar todas las propuestas de su anfitrión. Al final se ven atrapados en una mansión sin salida que será su tumba, sus lectores se quedarán con las ganas de leer su artículo, que de haberse escrito no tendría desperdicio. Te deseo suerte en el Tintero. Un abrazo.

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  13. Hola Ulises, me quedé con las ganas de saber más, Jo, vaya familia, un anfitrión así hay que pensárselo. Cautivados por la curiosidad creo que han tenido un encuentro fatídico. Gracias. Un abrazo.

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  14. Gran relato, Ulises, sobre todo por esa trama en la que vas añadiendo tensión hasta un desenlace que, aunque quedando medianamente claro, dejas que sea el lector el que lo acabe. Coincido con los compañeros en que es un trabajo notable y escalofriante.
    A mí, especialmente, me atrapaste con esa narración contrastada por unos diálogos muy creíbles.
    Un abrazo!

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  15. Hola, Ulises. Tu relato es realmente escalofriante. Un escenario muy bien ambientado para un final aterrador. Suerte en el concurso.
    Un saludo.

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  16. Gracias, Ulises, por participar con este relato en la edición dedicada a Shirley Jackson. Un abrazo y suerte!

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  17. Hola paisano. Estaba convencida de que te había hecho un comentario ya, pero desapareció el muy... bueno, pues creo que te decía que la casa es la protagonista del relato, una buena escenificación con una tensión creciente y aparición fantasmal final. Un buen contrapunto los dos reporteros con el contraste el señor Monror de comportamiento extraño.
    Un saludito, Ulises.

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  18. Hola, Ulises. En tu relato, la mansión cobra vida propia y acrecienta la tensión protagonizando las diferentes escenas que describes durante el desarrollo de tu historia. El talante inicial del Sr. Monror es enigmático y provoca la desconfianza del lector antes incluso que los protagonistas duden de su anfitrión. Un final acorde con los relatos de fantasmas clásicos.

    Me ha gustado tu relato.

    Suerte en el tintero, un abrazo.

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  19. Hola Ulises. La verdad es que nuestros protagonistas deberían haber sospechado algo porque nada era normal en esa casa. A lo mejor consiguieron la mejor noticia de su vida pero dudo que pudieran darla a conocer.
    Mucha suerte en el concurso. Un saludo.

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  20. Hola, Ulises. Historia de fantasmas y casas encantadas la tuya totalmente al uso y pulcramente narrada. Saludos y suerte

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  21. Hola, Ulises. Te ha quedado un relato de fantasmas excelente! El clima, la tensión en los personajes y los diálogos. Todo nos lleva a temer lo peor. El giro final que nos hace ver que el Señor Monror era el fantasma es genial. Un abrazo

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  22. El relato te atrapa de principio a fin. Se palpa la tensión en el ambiente y la intriga va en aumento. Las señales que vas dejando (la luna roja, la desaparición de Monror...) nos predisponen a lo terrible que está por venir. El giro final tan sorprendente como inesperado. Claro, por eso el señor Monror no mostraba enfado ni ningún otro tipo de sentimiento. Estupendo relato.
    ¡Felicidades y suerte en el Tintero!

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  23. ¡Hola Ulises!
    Me ha encantado eso de que la casa cambiara, un toque muy original sin duda. Una historia clásica de fantasmas muy bien escrita y construida. La tensión se palpa en el ambiente y como suele decirse, a vecer es mejor insinuar que mostrar. ¡Buen trabajo! ¡Salud y suerte!

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  24. Hola Ulises, muy buen relato, la ambientación de la mansión, los ruidos, la familia Monror en su aparición final, escalofriante. Me llevaste de paseo por una casa estilo "wínchester" creando tensión a cada paso, muy buen trabajo, un saludo, un gran abrazo y suerte en el tintero¡¡¡

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