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Mostrando entradas de noviembre, 2021

La Anciana de la Charcutería

No había nadie más en el pasillo. Una inocente anciana en apuros y, junto a los embutidos, a par de metros de distancia, un hombre lo suficientemente educado para ayudar a quién lo necesitara, eran los únicos clientes allí. La anciana, pequeña para las estanterías tan altas del supermercado, no podía alcanzar una de las bolsas de panes de un estante. Sin suerte, trataba  de estirar su brazo desesperadamente, tentando a los estrepitosos desenlaces. El hombre, que la miraba de reojo vaticinando el caótico final, no aguantó tanto suspense, y se acercó a ayudarla. Estaba haciendo lo correcto, pensó. El karma se lo pagaría. Cuando dio el primer paso, la anciana lo miró tal y como si lo hubiera estado esperando toda una vida. Le extrañó. Y esta dijo: —Gracias, hombre. Últimamente, falta gente así en el mundo. No lo iba a negar. Él compartía la misma idea.  Y, de pronto, cuando estiró la mano para agarrar la bolsa, sintió un terrible dolor a la altura del estómago. Bajó la vista, con los pane

La Gratificante Paradoja del Mar

一¿Qué le pasa? 一preguntó un señor que caminaba con su perro a un chico sentado en un banco 一Tiemblo 一contestó  一¿Por qué tiembla? El del banco lo miró confundido, apartando la vista del suelo durante un instante. 一Estoy nervioso 一¿Sabe? 一añadió sentándose al otro lado del asiento 一Mi padre me dijo una vez que los nervios solo sirven para destruirnos. Decía que nos impedían ser nosotros mismos. Él era muy sabio... 一No lo pongo en duda. 一¿Alguna vez ha visto el mar? 一Vivo a seiscientos kilómetros de él... Nunca he tenido la oportunidad 一Ya veo... 一murmuró pensante 一Por eso tiemblas... 一¿Por no ver el mar? El perro comenzó a ladrar a una ardilla que bajaba de un árbol a lo lejos, hasta que se perdió entre la vegetación corriendo con sus pequeñas patitas. 一No, porque el mar nunca te ha mirado. Nunca has podido experimentar el sentimiento de soledad tan profundo que te genera el océano y, al mismo tiempo, la sensación de pertenecer a algo lo suficientemente grande como para convencerte de q