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Mostrando entradas de agosto, 2020

La Atlántida #3

Todos estaban paralizados. Márquez temía que, al movérsele un sólo pelo, alguno de los atlantes lo pudiera matar. Iban armados con armas de todo tipo, desde ametralladoras hasta simples espadas, y en sus rostros se les transparentaba la sed de venganza que probablemente acabaría con sus vidas. Nada podía pararlos, así como nadie iba a cambiar el destino de los tres hombres que, frente a ellos, amenazaban su existencia. Al principio, sólo se fijó en los soldados corpulentos y ataviados con prendas castrenses, impertérritos ante la guerra, entrenados para sufrir y hacer sufrir, pero pronto se percató de que también había niños y ciudadanos ajenos a todo aquello que ellos habían comenzado. Miró al Inspector, que le devolvió la mirada aterrorizado, acostumbrado a vivir alejado de lo que sucedía en el campo de batalla, y pensó en la misión de la que iban a ser víctima. Era evidente que el pueblo atlante quería evitar darse a conocer y, aún así, ellos debían de destapar sus vidas clandestina

La Atlántida #2

****************************************************************************** ¡Bienvenidos a BookToLand! Este es el segundo relato de la trilogía La Atlántida , si quieres leer el primero aquí te dejo el enlace: https://booktoland.blogspot.com/2020/08/la-atlantida-1.html  ¡Hasta la próxima! ****************************************************************************** Tanto el Inspector como Márquez se quedaron boquiabiertos. Estaban ante las puertas de la mismísima Atlántida, y sus mentes no dejaban de imaginar posibles paisajes de la ciudad. Augusto Martins les acompañó hasta la zona de excavación, donde, junto al cartel que anunciaba el comienzo del hogar de los atlantes, había una puerta oxidada. ー¿A dónde va?  ー preguntó el Inspector, mirando con atención a Martins Este le devolvió la mirada satisfecho. ーAl interior de la Tierra ーcontestó ー. Allí está la verdadera tierra atlante. ー¿No está en la superficie? ーdijo Márquez estupefacto  ーCon esa misma cara de asombro nos quedamos no

La Atlántida #1

    Los pájaros no dejaban de cantar posados sobre el tejado del edificio en el que Arturo Márquez, en otra de sus misiones quijotescas, trataba de escapar de su presidio. La Orden Blanca lo había capturado en mitad del desierto del Sahara, a más de cuarenta grados centígrados y con un camello como único transporte. Su objetivo era buscar restos arqueológicos que confirmaran la existencia de la Atlántida, bajo las enormes dunas africanas. Sin embargo, eso ponía entre las cuerdas a la asociación milenaria, encargada de preservar la incógnita sobre la localización de la ciudad perdida. ーSólo dios debe de saber dónde se halla la polis del progreso ーhabía concluido Al Frahim, líder de la Orden Blanca, seguido de sus guardaespaldas vestidos con trajes blancos, cuando, con una sonrisa cargada de malicia, se había despedido de Márquez.  Lo había dejado sólo, en un pequeño apartamento del Aaiún, atado a una silla en el centro de un típico salón musulmán, con grandes ventanales y una ventilació